Averías más comunes en los neumáticos

A la hora de mantener nuestro vehículo en óptimas condiciones, muchas veces pasamos por alto la importancia de los neumáticos. Hay que tener en cuenta que estos son la única parte del automóvil que se encuentra en contacto directo con la carretera, por lo que su estado puede influir considerablemente en la seguridad y el rendimiento de nuestro viaje

Unos neumáticos en malas condiciones pueden ralentizar la capacidad de frenado, reducir la estabilidad en curvas e, incluso, incrementar el consumo de combustible. Además, unos neumáticos desgastados pueden aumentar las posibilidades de sufrir un reventón repentino, lo que podría provocar un grave accidente. En este post de Auto Sport Moraleja, te vamos a mostrar cuáles son las principales averías que sufren los neumáticos, y, sobre todo, cómo solucionarlos.

Con lo cual, es muy importante realizar revisiones periódicas y tomar las medidas necesarias para mantenerlos en buen estado, garantizando así que nuestros desplazamientos sean seguros y sin contratiempos.

averías más comunes en los neumáticos

Daños más habituales en los neumáticos 

Si no se abordan correctamente, los daños en los neumáticos pueden poner en riesgo la seguridad y el rendimiento del vehículo si no se abordan adecuadamente. Algunos de los más habituales son los siguientes:

1. Desgaste irregular

Uno de los problemas más habituales que suelen producirse en los neumáticos es el desgaste irregular, lo que puede deberse a una alineación incorrecta, una presión de aire inadecuada, problemas de suspensión o incluso un estilo de conducción agresivo. Cuando los neumáticos muestran signos de desgaste irregular, es importante solucionar el problema cuanto antes para evitar un deterioro aún mayor y garantizar un viaje seguro. Cuidado, que los desgastes puede provocar que no se lean bien los símbolos y letras del neumático.

Solución: la mejor manera de evitarlo es realizando un mantenimiento regular. Comprueba la presión del aire con frecuencia y ajústala según las especificaciones del fabricante. Además, programa revisiones periódicas de alineación y suspensión en tu taller de confianza para corregir cualquier problema que pueda estar causando el problema.

2. Cortes y perforaciones

Los neumáticos están permanentemente expuestos a diversos obstáculos en la carretera, como piedras afiladas, clavos o restos de vidrio. Estos objetos pueden causar cortes y perforaciones en la banda de rodadura o en el costado del neumático, poniendo el riesgo la seguridad del conductor y de todos los pasajeros.

Solución: si descubres un corte o una perforación en tu neumático, es importante que lo soluciones lo antes posible. Dependiendo del tamaño y la ubicación del daño, es posible que puedas repararlo con un tapón o parche. Sin embargo, si el daño es demasiado grande o está en un zona complicada, como el costado del neumático, lo más probable es que necesites reemplazar el neumático por completo.

3. Bultos o protuberancias

Los bultos o protuberancias en la superficie de un neumático son indicadores claros de daños internos, como cinturones de acero rotos o capas separadas. Estos problemas pueden estar causados por impactos severos con baches o bordillos, o incluso por un defecto de fabricación.

Solución: si notas un bulto o protuberancia de este tipo, no lo ignores, ya que puede hacer que el neumático reviente en cualquier momento, suponiendo un grave riesgo para tu seguridad. En estos casos, la única solución segura es cambiar el neumático inmediatamente.

mecánico cambia neumático

4. Pérdida de la banda de rodadura

La banda de rodadura es crucial para proporcionar tracción en diversas condiciones de la carretera, incluyendo superficies mojadas o nevadas. Con el tiempo, la banda de rodadura se desgasta debido al uso normal, lo que puede reducir la capacidad de agarre del neumático y aumentar el riesgo de accidentes.

Solución: para prevenir la pérdida de la banda de rodadura, es importante realizar revisiones regulares y cambiar los neumáticos cuando la profundidad de la banda de rodadura alcance el mínimo legal o recomendado. 

Puedes utilizar una moneda de euro para comprobar la profundidad de la banda de rodadura: si el borde dorado de la moneda queda cubierto cuando se inserta en la banda de rodadura, es probable que aún tenga suficiente profundidad. Sin embargo, si puedes ver todo el borde dorado, es hora de cambiar los neumáticos.

5. Sobrecalentamiento

El sobrecalentamiento de los neumáticos puede ocurrir cuando se conduce a altas velocidades durante largos períodos de tiempo o cuando se carga el vehículo más allá de su capacidad máxima. El calor excesivo puede provocar daños en la estructura del neumático, como deformaciones o grietas, reduciendo su vida útil y aumentando el riesgo de fallas.

Solución: para evitar el sobrecalentamiento de los neumáticos, es importante seguir las recomendaciones de carga del fabricante y conducir a velocidades seguras y adecuadas para las condiciones de la carretera. 

Comprueba siempre la presión antes de un viaje largo y para a descansar para dejar que los neumáticos se enfríen en el caso de que notes signos de sobrecalentamiento, como un olor a quemado o un aumento repentino en la temperatura.

6. Daños por corrosión

La corrosión puede afectar a la llanta y a la válvula del neumático, especialmente en áreas donde las condiciones climáticas son extremas o en zonas en las que se utilizan productos químicos corrosivos en las carreteras durante el invierno para derretir el hielo. Los daños por corrosión pueden provocar fugas de aire o incluso la separación de la llanta del neumático, poniendo en peligro la seguridad del conductor y los pasajeros.

Solución: para prevenir la corrosión, es importante lavar regularmente las llantas y las válvulas con agua y jabón suave para eliminar la acumulación de suciedad y productos químicos corrosivos. Además, es recomendable aplicar un sellador de llantas para proporcionar una capa protectora adicional contra la corrosión y las fugas de aire.

mecánico revisa daños en los neumáticos

En definitiva, los neumáticos son una parte fundamental de la seguridad y el rendimiento de nuestro vehículo, por lo que es fundamental prestarles la atención necesaria. Realiza revisiones regulares, mantén la presión de aire adecuada y no ignores los signos de daños o desgaste. Siempre es mejor prevenir que lamentar las consecuencias de un neumático defectuoso en la carretera. No olvides que tu seguridad y la de los tuyos dependen de ello.

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